Alma Imhoff es una reputada profesora en la universidad de Yale que un día recibe la visita de una de sus mejores alumnas: Maggie le dice que el profesor Hank, compañero y amigo cercano de Alma, ha intentado abusar de ella. Comienza entonces una persecución por llegar a la verdad de lo que pasó aquella noche.
Luca Guadagnino ha dado un salto al vacío con su nueva película, Caza de brujas, al tratar directamente el tema del acoso sexual. La cinta se presentó el pasado mes de septiembre en el festival de Venecia y ha causado todo un revuelo por su modo de exponer los hechos, pero, dejando esto a un lado, no deja de ser un ejercicio brillante de puesta en escena y lenguaje cinematográfico. Para Guadagnino, la película habla de la verdad. "¿Quién es dueño de la verdad? ¿Cuál es la verdad? ¿Cuál es la verdad individual frente a la otra verdad, la verdad del otro? Y me encanta la idea de que el cine se trata de lo que ves, pero también de lo que no ves", señala en una entrevista con SensaCine.
Aunque se centre en un caso de posible agresión sexual, habla de temas aún más universales. "Sentí que la película era muy actual. Hablas de racismo, sexismo, libertad, abuso, cultura de la cancelación; muchas cosas de las que se habla hoy en día, ¿verdad? Pero para mí, en definitiva, la película trata sobre la idea multifacética, escurridiza y siempre cambiante de la verdad: la que llevamos dentro y la que no queremos escuchar del otro", cuenta.
Con Caza de brujas, Guadagnino intenta plantear también un espacio abierto a la conversación.
"La película también busca encontrar el momento en el que realmente nos detengamos, hagamos una pausa y empecemos a escucharnos unos a otros"
Para desarrollar la idea de la película, el director ha utilizado la universidad de Yale como una metáfora de lo que somos y lo que aspiramos a ser. La película abre en la fiesta en casa de Alma tras la cual tiene lugar la supuesta agresión. Hay un plano en el que Maggie -la joven acusadora- se queda contemplando la mirada inanimada de una pieza de arte etíope colocada en esta casa tan elegante. "Es la nota que da inicio a esta idea", comenta el director. "Estas personas viven vidas en las que quieren ser algo, y tal vez sean algo más. Y cuando los ves en relación con los espacios que habitan o los que quieren dominar, puedes ver sus contradicciones de forma muy evidente", señala.

Julia Roberts es la principal protagonista de la cinta al interpretar a Alma, "una personalidad imponente que ha luchado toda su vida por llegar a la cima de esta torre, y sin embargo, de alguna manera es incapaz de ver lo efímero que es, cómo todo puede derrumbarse en un segundo". Contar con Roberts en el reparto ha sido un sueño hecho realidad para el cineasta italiano, quien la define como "la encarnación del cine". Es "alguien que analiza profundamente el comportamiento humano y sabe cómo representarlo. Se vuelve loca, ¿sabes? Puede saltar de un rascacielos y arriesgarlo todo como intérprete. Y eso, para mí, es empoderante de una manera inigualable", analiza.
El compañero de Alma en la universidad, al que le acusan de agresión, es Hank, típico profesor joven que se lleva bien con sus alumnos y por el que suspiran las estudiantes más inocentes. Le interpreta Andrew Garfield, otro actor que estaba en la lista de deseos de Guadagnino desde que le vio en Leones por corderos (2007). Y después está Ayo Edibiri interpretando a Maggie, una actriz con "una personalidad elocuente, inteligente, hermosa" que enamoró al director tras su aparición en Bottoms. Así es como ha conseguido reunir en un mismo reparto a algunos de los mejores actores de la actualidad. "Todos estos personajes fueron mis primeras opciones para esta película. Seguí mi instinto y mi amor por ellos", añade.
Caza de brujas se estrena este viernes 17 de octubre.